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Prospecto: información para el usuario
Tranxilium pediátrico 2,5 mg polvo para solución oral
Clorazepato de dipotasio
Lea todo el prospecto detenidamente antes de empezar a tomar este medicamento, porque contiene información importante para usted.
Contenido del prospecto:
1. Qué es Tranxilium pediátrico y para qué se utiliza
Tranxilium pediátrico es un medicamento que pertenece al grupo de los tranquilizantes, ansiolíticos, derivados de las benzodiazepinas.
Está indicado en cualquiera de los trastornos de la infancia descritos a continuación:
2. Qué necesita saber antes de empezar a tomar Tranxilium pediátrico
Antes de la toma de este medicamento, debe estar seguro de que el niño podrá dormir ininterrumpidamente durante 7-8 horas.
En caso de levantarse por la noche, después de la toma de un hipnótico (medicamento que produce sueño), podría aparecer una respuesta lenta a los estímulos con el consiguiente riesgo de caídas y sensación de mareo.
No tome Tranxilium pediátrico
No debe administrar Tranxilium pediátrico a su hijo:
Advertencias y precauciones
Consulte a su médico o farmacéutico antes de empezar a tomar Tranxilium pediátrico.
El uso de este tipo de medicamentos puede conducir al desarrollo de dependencia física y psíquica. El riesgo de dependencia aumenta con la dosis, la duración del tratamiento, la combinación con alcohol o con algunos medicamentos (ansiolíticos, hipnóticos, psicótropos), o si tiene antecedentes de dependencias (a medicamentos u otros productos).
En caso de desarrollarse dependencia física, la interrupción brusca del tratamiento puede producir un síndrome de retirada que se manifiesta por dolor de cabeza o muscular, ansiedad acusada, tensión muscular, inquietud, agitación, confusión, insomnio e irritabilidad. En casos graves se han descrito los siguientes síntomas: despersonalización, hiperacusia, hormigueo y calambres en las extremidades, intolerancia a la luz, a los sonidos y al contacto físico, temblor, alucinaciones o convulsiones.
Consulte a su médico o farmacéutico si aparecen tales síntomas. Su médico le indicará la duración de su tratamiento (que no debe exceder de 4 a 12 semanas) y la manera precisa en la que deberá reducir la dosis de forma progresiva hasta interrumpir el tratamiento.
Se puede desarrollar cierta tolerancia tras el uso prolongado de este medicamento.
Este medicamento puede inducir amnesia anterógrada, especialmente si se usa a la hora de acostarse y cuando la duración del sueño es corta. Para disminuir este riesgo, se debe asegurar que va a poder dormir de forma ininterrumpida durante 7-8 horas.
Con la suspensión del tratamiento pueden reaparecer los síntomas que hicieron necesario el mismo (insomnio de rebote y ansiedad). Éste es un fenómeno transitorio que puede acompañarse de cambios de humor, ansiedad, intranquilidad o trastornos del sueño. Es más probable que aparezca si se interrumpe el tratamiento de forma brusca, por lo que éste se debe disminuir gradualmente.
Las personas de edad avanzada presentan una mayor susceptibilidad a las reacciones adversas tales como somnolencia, mareo, debilidad muscular, que pueden provocar caídas y por lo tanto lesiones graves (ver sección “4. Posibles efectos adversos”). En estos casos, se recomienda la reducción de la dosis.
Pueden aparecer reacciones psiquiátricas y paradójicas tales como intranquilidad, agitación, irritabilidad, agresividad, delirios, ataques de ira, pesadillas, alucinaciones, psicosis, comportamiento inadecuado y otros efectos adversos sobre la conducta. En este caso, deberá consultar con su médico la interrupción del tratamiento. Estas reacciones son más frecuentes en niños y pacientes de edad avanzada.
La duración del tratamiento en los niños, debe ser lo más corta posible.
Debe evitar el uso de forma conjunta de este medicamento y oxibato de sodio, por el riesgo de problemas respiratorios (depresión respiratoria).
No tome Tranxilium pediátrico a la vez que opioides (medicamentos utilizados para aliviar el dolor intenso, como por ejemplo la morfina o la codeína) a menos que su médico así lo prescriba, debido al posible riesgo de sufrir sedación, depresión respiratoria, coma o incluso muerte (ver “Uso de Tranxilium pediátrico con otros medicamentos”).
Si padece tendencias suicidas y depresión, se debe utilizar con extrema precaución. Consulte a su médico antes de usar este medicamento, ya que puede desenmascarar una depresión ya existente.
Se ha observado un aumento de la incidencia de suicidio y de intentos de suicidio en pacientes con y sin depresión, tratados con benzodiazepinas y otros hipnóticos, aunque no se ha establecido una relación causal.
Consulte también a su médico en caso de padecer alguna de las siguientes situaciones:
Uso de Tranxilium pediátrico con otros medicamentos
Comunique a su médico o farmacéutico si está utilizando, ha utilizado recientemente o podría tener que utilizar cualquier otro medicamento.
Debe tener especial cuidado con aquellos medicamentos que actúan sobre el sistema nervioso central dado que estos medicamentos pueden aumentar la depresión central y esto podría tener consecuencias sobre su capacidad para conducir o utilizar máquinas.
Debe tener especial cuidado si está en tratamiento con los medicamentos indicados a continuación:
El riesgo de desarrollar un síndrome de retirada se incrementa al asociar Tranxilium pediátrico con benzodiazepinas que se hayan prescrito como ansiolíticas o hipnóticas.
Uso de Tranxilium pediátrico con alimentos, bebidas y alcohol
Debe evitarse la ingesta de alcohol mientras esté tomando este medicamento. Ver sección “Uso de Tranxilium pediátrico con otros medicamentos: alcohol”.
Embarazo y lactancia
Si está embarazada o en periodo de lactancia, cree que podría estar embarazada o tiene intención de quedarse embarazada, consulte a su médico o farmacéutico antes de utilizar este medicamento.
Embarazo
Si está tomando este medicamento y pretende quedarse embarazada o sospecha que lo está, acuda a su médico para suspender el tratamiento.
Es mejor evitar el tratamiento con benzodiazepinas durante los tres primeros meses del embarazo.
Los niños nacidos de madres que toman benzodiazepinas de forma crónica durante el último periodo del embarazo pueden desarrollar dependencia física, pudiendo desencadenarse un síndrome de abstinencia en el periodo postnatal, con irritabilidad o dificultad con la alimentación. Este síndrome de abstinencia puede ocurrir después de unos pocos días o unas pocas semanas de edad.
No debe tomar altas dosis durante el tercer trimestre de su embarazo ya que pueden aparecer efectos sobre el neonato como hipotermia, hipotonía y depresión respiratoria moderada.
Lactancia
No se debe tomar este medicamento durante la lactancia, ya que pasa a la leche materna.
Conducción y uso de máquinas
Clorazepato de dipotasio puede alterar su capacidad para conducir o manejar maquinaria, ya que puede producir somnolencia, disminuir su atención o disminuir su capacidad de reacción. La aparición de estos efectos es más probable al inicio del tratamiento o cuando se aumenta la dosis. No conduzca ni utilice máquinas si experimenta alguno de estos efectos.
Debe prestar atención en especial para conducir y usar máquinas por el riesgo de somnolencia, amnesia, alteración de la concentración y de la función muscular, asociado al uso de este medicamento. La combinación con otros medicamentos puede potenciar su efecto sedante.
Además, los periodos de sueño insuficientes pueden incrementar el deterioro del estado de alerta (ver sección “Uso de Tranxilium pediátrico con otros medicamentos”).
Tranxilium pediátrico contiene lactosa
Este medicamento contiene lactosa. Si su médico le ha indicado que padece una intolerancia a ciertos azúcares, consulte con él antes de tomar este medicamento.
Los pacientes con diabetes mellitus deben tener en cuenta que este medicamento contiene 1, 77 g de lactosa (que se corresponde con 0,88 g de glucosa y 0,88 g de galactosa) por sobre.
Tranxilium pediátrico contiene sodio
Los pacientes con dietas pobres en sodio deben tener en cuenta que este medicamento contiene 26,6 mg (1,15 mmol) de sodio por sobre.
3. Cómo tomar Tranxilium pediátrico
Siga exactamente las instrucciones de administración de este medicamento indicadas por su médico. En caso de duda, consulte de nuevo a su médico o farmacéutico.
La duración de este tratamiento es limitada. Debe ser la más corta posible.
Su médico le indicará la duración de su tratamiento con Tranxilium pediátrico. No suspenda el tratamiento antes, ni lo interrumpa de forma brusca, a fin de evitar la posibilidad de aparición de un síndrome de abstinencia o insomnio de rebote (ver sección “Advertencias y precauciones”).
La vía de administración de Tranxilium pediátrico es la vía oral.
Mezclar el contenido de un sobre en una pequeña cantidad de agua.
Las dosis normales son:
La dosis total diaria puede distribuirse de 1 a 3 tomas.
Si toma más Tranxilium pediátrico del que debe
La sobredosis se manifiesta habitualmente por diferentes grados de depresión del sistema nervioso central que van desde la somnolencia (sensación de sueño) hasta el coma.
El sueño profundo es el signo principal de una sobredosis que puede incluso convertirse en coma, en función de la dosis ingerida.
En casos moderados, los síntomas incluyen somnolencia, confusión y letargia; en casos más serios, pueden aparecer ataxia (pérdida de coordinación de los movimientos), hipotonía, hipotensión (disminución de la tensión arterial), depresión respiratoria, raramente coma y muy raramente muerte.
El pronóstico es positivo, la sobredosis no representa una amenaza vital al menos en ausencia de combinación con otros depresores centrales (agentes psicotrópicos, alcohol) y siempre y cuando el sujeto esté tratado.
En caso de sobredosis, se debe trasladar al paciente a un centro especializado y tomar las medidas habituales de precaución: inducción del vómito, lavado gástrico y vigilancia de los parámetros respiratorios y cardiovasculares. Si no se produce mejoría con el vaciado del estómago, se administrará carbón activo para reducir la absorción.
Puede usarse flumazenilo para el diagnóstico y/o para el tratamiento de la sobredosis como antídoto.
Si usted ha tomado más Tranxilium pediátrico del que debe, consulte inmediatamente a su médico, farmacéutico o llame al Servicio de Información Toxicológica, teléfono: 91 562 04 20, indicando el medicamento y la cantidad tomada.
Si olvidó tomar Tranxilium pediátrico
No tome una dosis doble para compensar las dosis olvidadas.
Si interrumpe el tratamiento con Tranxilium pediátrico
La interrupción brusca del tratamiento puede producir síndrome de abstinencia que se manifiesta por dolor de cabeza o muscular, ansiedad, tensión muscular, inquietud, confusión, insomnio e irritabilidad (ver sección “Advertencias y precauciones”).
Si tiene cualquier otra duda sobre el uso de este medicamento, pregunte a su médico o farmacéutico.
4. Posibles efectos adversos
Al igual que todos los medicamentos, este medicamento puede producir efectos adversos, aunque no todas las personas los sufran.
Los efectos adversos se presentan agrupados según la clasificación de órganos y sistemas y según su frecuencia:
Muy frecuentes: pueden afectar a más de 1 de cada 10 pacientes
Frecuentes: pueden afectar hasta 1 de cada 10 pacientes
Poco frecuentes: pueden afectar hasta 1 de cada 100 pacientes
Raros: pueden afectar hasta 1 de cada 1.000 pacientes
Muy raros: pueden afectar hasta 1 de cada 10.000 pacientes
Frecuencia no conocida: no puede estimarse a partir de los datos disponibles.
Los efectos adversos están relacionados con la dosis y con la sensibilidad individual del paciente.
Trastornos del sistema inmunológico:
Reacciones de hipersensibilidad tales como erupciones cutáneas con picor, manchas y pápulas (rash cutáneo pruriginoso y maculopapular).
Trastornos psiquiátricos:
Frecuentes: respuesta bradipsíquica. Síndrome de retirada. El uso prolongado (especialmente, a dosis elevadas) puede conducir al desarrollo de dependencia física, y al retirar el tratamiento conduce al síndrome de retirada (ver sección “Advertencias y precauciones”). Estos síntomas pueden ocurrir más rápidamente en benzodiazepinas de vida media corta que con benzodiazepinas de vida media larga (varios días).
Poco frecuentes: reacciones paradójicas. Al utilizar benzodiazepinas o compuestos similares, pueden aparecer reacciones tales como intranquilidad, agitación, irritabilidad, agresividad, excitación, síndrome de confusión onírico, delirio, ataques de ira, pesadillas, alucinaciones, psicosis, comportamiento inadecuado y otras alteraciones de la conducta.
Dichas reacciones pueden ser severas y aparecen más frecuentemente en niños y en pacientes de edad avanzada.
Raros: puede aparecer síndrome de rebote con agravación de la ansiedad, la cual precisó de este tratamiento.
Otros efectos adversos son:
Falta de emoción, motivo o entusiasmo (embotamiento afectivo).
Depresión: la utilización de benzodiazepinas puede desenmascarar una depresión preexistente.
Trastornos del sistema nervioso:
Muy frecuentes: somnolencia (particularmente en pacientes de edad avanzada y sobre todo durante el día si se utiliza como hipnótico).
Frecuentes: trastornos cognitivos tales como alteración de la memoria (amnesia anterógrada). Puede desarrollarse una amnesia anterógrada al utilizar dosis terapéuticas, siendo mayor el riesgo al incrementar la dosis. Los efectos amnésicos pueden asociarse a conductas inadecuadas (ver sección “Advertencias y precauciones”). Mareos. Disminución del tono muscular (hipotonía muscular).
Otros efectos adversos son:
Reducción del estado de alerta, pérdida de coordinación de los movimientos (ataxia), dolor de cabeza.
Alteración de la atención y trastornos del habla.
Trastornos oculares:
Frecuencia no conocida: visión doble (diplopía).
Trastornos de la piel y del tejido subcutáneo:
Raros: erupción cutánea con picor, manchas y pápulas (rash cutáneo pruriginoso y maculopapular).
Trastornos generales y alteraciones en el lugar de administración:
Frecuentes: astenia y fatiga.
Caída (ver sección “Advertencias y precauciones”).
La somnolencia, embotamiento afectivo, reducción del estado de alerta, confusión, fatiga, dolor de cabeza, mareo, debilidad muscular, pérdida de coordinación de los movimientos (ataxia) o visión doble (diplopía) ocurren predominantemente al comienzo del tratamiento y generalmente desaparecen con la administración continuada.
Otras reacciones adversas tales como alteraciones gastrointestinales y cambios en el apetito sexual (cambios en la libido) pueden ocurrir ocasionalmente.
Dependencia: la administración del producto (incluso a dosis terapéuticas) puede conducir al desarrollo de dependencia física: la supresión del tratamiento puede conducir al desarrollo de fenómenos de retirada o rebote (ver sección “Advertencias y precauciones”).
Puede producirse dependencia psíquica. Se han comunicado casos de abuso de benzodiazepinas.
Comunicación de efectos adversos
Si experimenta cualquier tipo de efecto adverso, consulte a su médico o farmacéutico, incluso si se trata de posibles efectos adversos que no aparecen en este prospecto. También puede comunicarlos directamente a través del Sistema Español de Farmacovigilancia de medicamentos de Uso Humano: https://www.notificaram.es. Mediante la comunicación de efectos adversos usted puede contribuir a proporcionar más información sobre la seguridad de este medicamento.
5. Conservación de Tranxilium pediátrico
Mantener fuera de la vista y del alcance de los niños.
Conservar por debajo de 30°C. Conservar en el embalaje original para protegerlo de la luz y de la humedad.
No utilice Tranxilium pediátrico después de la fecha de caducidad que aparece en el envase después de CAD. La fecha de caducidad es el último día del mes que se indica.
Los medicamentos no se deben tirar por los desagües ni a la basura. Deposite los envases y los medicamentos que no necesita en el Punto SIGRE
de la farmacia. En caso de duda pregunte a su farmacéutico cómo deshacerse de los envases y de los medicamentos que no necesita. De esta forma ayudará a proteger el medio ambiente.