Hola Peter, te recomiendo la Dr Félix Duin es excelente, el me está atendiendo de hace 3 años, atiende en la Policlínica Tàchira en el piso 7 del edif nuevo. No hay que ponerse triste porque son cosa que la vida te tiene, lo más importante es encontrar la solución y la tiene, lo único que no tiene solución es la muerte.
Desde niño padezco epilepsia. Al surgir nuevamente el ataque; quedo inconsciente y pierdo el conocimiento. Espero que testigos de mi caso me digan cuánto minutos duró el ataque? Acepto que Jesucristo es mi defensor pues un testigo me libró del peligro que viví en el mar; debido a ese ataque. No me quedó más opción que aceptar que mediante la Preciosísima Sangre de Jesucristo, estoy salvo.
Desde niño padezco epilepsia. Al surgir nuevamente el ataque; quedo inconsciente y pierdo el conocimiento. Espero que testigos de mi caso me digan ¿cuánto minutos duró el ataque? Acepto que Jesucristo es mi defensor pues un testigo me libró del peligro que viví en el mar; debido a ese ataque. No me quedó más opción que aceptar que: mediante la Preciosísima Sangre de Jesucristo, estoy salvo.
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Hola Peter, te recomiendo la Dr Félix Duin es excelente, el me está atendiendo de hace 3 años, atiende en la Policlínica Tàchira en el piso 7 del edif nuevo. No hay que ponerse triste porque son cosa que la vida te tiene, lo más importante es encontrar la solución y la tiene, lo único que no tiene solución es la muerte.
Exitos
Desde niño padezco epilepsia. Al surgir nuevamente el ataque; quedo inconsciente y pierdo el conocimiento. Espero que testigos de mi caso me digan cuánto minutos duró el ataque? Acepto que Jesucristo es mi defensor pues un testigo me libró del peligro que viví en el mar; debido a ese ataque. No me quedó más opción que aceptar que mediante la Preciosísima Sangre de Jesucristo, estoy salvo.
Desde niño padezco epilepsia. Al surgir nuevamente el ataque; quedo inconsciente y pierdo el conocimiento. Espero que testigos de mi caso me digan ¿cuánto minutos duró el ataque? Acepto que Jesucristo es mi defensor pues un testigo me libró del peligro que viví en el mar; debido a ese ataque. No me quedó más opción que aceptar que: mediante la Preciosísima Sangre de Jesucristo, estoy salvo.