El orfidal funciona bastante bien. Yo no sé si estoy haciendo una barbaridad, pero llevo tomándolo casi 20 años, desde que empecé la universidad, que fue cuando me dió la ansiedad.
Me recetaron tres al día y hoy tomo dos cada veinticuatro horas y alguno de propina por la noche, cuando me siento algo más alterado.
Parece, efectivamente, que no debería ser bueno llevar tanto tiempo, o ingerir algo que tu cuerpo no genera, que no sea natural. Pero creo que algunos, gente sensible normalmente, y por qué no, dura también, que le echa cojones a la vida como decía un compañero, (no es excluyente), algunos decía tenemos en un momento de nuestra vida algo que, con mayor o menor intensidad se instala en nuestras existencias. Que se puede mitigar más o menos con, efectivamente, cojones, ejercicio, orfidal, transilium, terapia ocupacional, meditación, lo que haga falta... Pero que siempre está ahí. Es una llama que nunca se apaga ni se apagará, pero con la que afortunadamente podemos convivir.
Yo soy razonablemente feliz. Mi mujer me quiere y tengo dos hijos muy majetones. Pero, cada 7 horas, abro el armario del baño, cojo la cajita del orfidal y me tomo uno. Por ellos, por mí, porque creo que es necesario. Luego salgo a la vida y, efectivamente, le tengo que echar cojones.

Un abrazo a todos