A veces estas sensaciones son las que llamamos paradójicas, o sea, que si que podría ser que el diacepam te las produzca, pero no necesariamente, y de hecho es raro. Podría ser que las contracturas a las que aludes estuviesen de hecho enmascarando un problema de ansiedad, y para ello nadie mejor que un psiquiatra para ir probando si es de la pastilla o no, o incluso podría ser que te recetasen otra cosa como miolastán u otro medicamento para aliviar ese dolor y que no te produjera esto. Si el problema es la ansiedad ya necesitarías otro tipo de intervención.
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A veces estas sensaciones son las que llamamos paradójicas, o sea, que si que podría ser que el diacepam te las produzca, pero no necesariamente, y de hecho es raro. Podría ser que las contracturas a las que aludes estuviesen de hecho enmascarando un problema de ansiedad, y para ello nadie mejor que un psiquiatra para ir probando si es de la pastilla o no, o incluso podría ser que te recetasen otra cosa como miolastán u otro medicamento para aliviar ese dolor y que no te produjera esto. Si el problema es la ansiedad ya necesitarías otro tipo de intervención.